Dos realidades se presentan ante nuestros ojos, una goza de mayor publicidad, es más cómoda, más llamativa y nos seduce constantemente para que decidamos anestesiar el sentido crítico y dobleguemos nuestra voluntad de cambiar el mundo en aras de lo banal, la falsa promesa de encontrar felicidad buscando satisfacer nuestros deseos con cosas materiales es la cárcel mental con la que los pastores del siglo XXI nos dirigen como ganado.
La otra realidad e…s fría, nos habla de muerte, destrucción, odio y sufrimiento, pero está ahí, reside en el llanto de un niño atormentado por las bombas, en el temblor físico que sufre un refugiado que sin cobijo afronta las gélidas noches de una Europa que no lo quiere. Esta realidad en nada se parece a la anterior, es la realidad de bosques destruidos por la tala indiscriminada de árboles y la que ha mecanizado la muerte animal con una crueldad jamás vista.
Despierta Millennials, observa al anciano que sin fuerzas yace en una cama y contempla tu propio destino, él también fue joven, también tuvo sueños e incluso miedos, por eso, únete cuanto antes a la causa que mejor defina tus valores, alza su bandera en el mástil de tu verdad y deposita tiempo en ella, despierta millenials no dejes marchitar tus sueños, el mundo necesita tus manos para construir obras de arte, tu mente para imaginar realidades alternativas, tu corazón para liderar empresas solidarias y tus palabras para atizar el fuego dormido de los que yacen presos de la realidad del envoltorio